martes, 1 de mayo de 2007



Un vaso de whisky,
un hotel diferente,
es más que suficiente
para pensar en ti.
Una noche de mayo,
con el mar a mi lado,
es ya tarde
y tus ojos siguen allí.
Y es que son ideales
para perderse en ellos,
y es que uno no aprende
ni vivo ni muerto;
son las seis de la tarde,
toco enfrente del puerto,
y no consigo sacarte de mí ni olvidarme de ti.
Y es que no hay droga más dura
que el amor sin medida.
Es que no hay droga más dura
que el roce de tu piel.
Y es que no hay nada mejor
que tener tu sabor
corriendo por mis venas.
Es que no hay nada mejor...
que el roce de tu piel

Revolver
El roce de tu piel. 1993

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